Casos reales de éxito de las Pequeñas y Medianas Empresas en México.
En 1964, en Ciudad Victoria, Tamaulipas el Sr. José Ãngel Guajardo Cepeda y su esposa Ramona GarcÃa Garza inauguran una tortillerÃa en la parte frontal de la casa donde vivÃan.
Padres de 5 varones y 3 mujeres, José y Ramona decidieron invertir su escaso capital en la compra de una maquina CELORIO de un comal y una tolva para hacer tortillas con maÃz que era molido a mano por la Sra. Ramona ayudada por sus hijos José Luis y Evangelina durante la madrugada antes de que fuera hora de ir a la escuela. Comenzaron a darse a conocer en el primer cuadro de la ciudad y se fueron haciendo de clientes fijos; hoteles y restaurantes en el centro histórico y sobre todo de pobladores de la zona centro de la ciudad, lo que permitió que se fueran expandiendo.
José Ãngel, a pesar de sólo haber estudiado hasta la secundaria creo su propio sistema de administración, en el cual llevaba un registro de almacén de cuánto maÃz tenÃa, un control de ventas y una cartera de clientes, todo lo llevaba en un “libro mayor†al que sólo él y su hijo José Luis tenÃan acceso, quien por ser el mayor debÃa saber como se llevaban todos los movimientos de la tortillerÃa.
Con el paso del tiempo, José Ãngel abrió cuatro nuevas tortillerÃas distribuidas en las principales colonias de la ciudad, la decisión sobre dónde abrir una nueva tortillerÃa era tomada por José Ãngel en base a estudios de mercado que, a pesar de ser rudimentarios debido a su falta de conocimientos académicos, eran bastante efectivos. Observaba en qué colonias iban motocicletas a vender tortillas y pasaba dÃas enteros recorriéndolas para recabar información referente a los kilos de tortilla que compraban en cada casa, cuántas veces iban los repartidores a vender y en base a eso decidÃa si esa colonia era buena opción para instalar una tortillerÃa.
Para el año 2009 ya contaba con 29 sucursales de TortillerÃa la Nueva, distribuidas en diferentes colonias y zonas de la ciudad, contaba con 103 empleados entre recolectoras de tortillas, despachadoras, cargadores, nixtamaleros, cajeros, entre otros, y era ya una empresa consolidada en la localidad, contaba además con certificados de calidad emitidos por PROFECO en cuestiones de precio y cantidades de despacho.