Es muy frecuente pensar que los análisis financieros solo los pueden hacer las grandes empresas y corporativos, sin embargo, no es así. En semanas anteriores hemos estado publicando artículos referentes a la forma en que se debe de analizar los Estados de resultados y la enorme importancia que tiene hacer este tipo de análisis para las PyMEs, dado que esta es la mejor forma tener una empresa sana y con perspectivas de crecimiento sólido y duradero hacia el futuro.
Hemos venido hablando sobre el análisis económico del Estado de Resultados, mismo que pueden checar dando click sobre el link, hoy vamos a abordar como último sobre el Estado de Resultados qué es: EBITDA, beneficio y cash flow.
Hasta ahora hemos considerado únicamente el resultado bruto de explotación, es decir, EBITDA, el estado de resultados contempla también los siguientes elementos: las amortizaciones, los costos financieros (intereses), los resultados extraordinarios y los impuestos.
Las amortizaciones son fruto de la inversión en activos fijos y los intereses dependen del grado de endeudamiento de la empresa y de los tipos de interés del momento. Los dos son, a corto plazo, bastante fijos y con poco margen de maniobra.
Los resultados extraordinarios, tal y como su nombre indica, son frutos de un imprevisto a favor o en contra, es decir, ingreso o gasto que no se repetirá de forma constante. Los impuestos no son estrictamente un costo, son una transferencia de renta al estado según las leyes fiscales vigentes y representan, evidentemente, una salida de dinero de caja.
El paso del EBITDA al resultado neto está influido por todos estos elementos que pueden cambiar sustancialmente el resultado final según el criterio contable que se aplique, veamos con más detalle en la siguiente tabla: