¿Tenemos un buen negocio? ¿Estamos retribuyendo adecuadamente a los accionistas? ¿Cómo puede el análisis económico ayudarnos a mejorar la eficiencia y los resultados de la empresa?
La pregunta ¿tenemos un buen negocio? puede parecer demasiado simple y fácil de responder, pero no lo es. En primer lugar, debemos definir qué entendemos por un “buen negocio”, y la primer pista la tenemos en la segunda pregunta: ¿estamos retribuyendo adecuadamente a los accionistas? Para una empresa que cotiza en la Bolsa de Valores, esta pregunta es una constante, y cada día el presidente de la compañía desayuna con la última cotización del valor de la acción, evaluando el impacto que tiene en el Mercado de Valores la marcha de la empresa, sin embargo, en una empresa mediana, pequeña o familiar raramente se formula esta pregunta con suficiente contundencia.
Es evidente que la respuesta tiene un margen importante de subjetividad y que cada cual puede hacer lo que más le convenga con su negocio, pero el objetivo de este artículo es ayudar a la reflexión y por eso proponemos la siguiente definición:
Un buen negocio es aquel que cumple con los siguientes requisitos:
- Tiene unas ventas crecientes en el tiempo de forma constante.
- Obtiene buenos márgenes de utilidad sobre las ventas, iguales o superiores a la media del sector.
- Obtiene un beneficio distribuible (utilidad neta) que justifica el capital invertido, aun cuando el beneficio no se reparta y se mantenga como reservas por hacer crecer el negocio.
- Además de todo lo anterior, tiene un balance solvente.